Hola Javier. Yo me comí una tapa de callos y una San Miguel a tu lado, el miércoles. Quiero decirte que eres muy educado y que en persona pareces más alto. Tuviste una conversación muy entretenida con aquel camionero, que te decía que la vida en la carretera es como un flan de nata y fuego y tú, muy cortesmente, le dijiste “sí, mira, perdona, pero es que me voy al baño, que me ha entrado un apretón”. Saliste muy bien del paso, yo no te quise molestar y no sabía si te gustaban los callos. Que no es que no quisiese compartirlos. Que te habría dado callos si no te hubieses ido a cagar. Luego ya no te vi. Pues eso. Que quería que lo supieses, nada más.
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